El “camino del alma” es “el viaje de
la conciencia”. Al inicio y durante buena parte del trayecto del viaje, el alma
viaja por el irresistible impulso de las Leyes de la Naturaleza material y
espiritual. Su viaje es sin autoconsciencia, es decir, sin ser consciente de su
propio ‘ser’ y de su propio ‘viaje’. El mineral, la planta o el animal no saben
nada de ser almas en un largo viaje de conciencia, sin embargo en tal viaje
están embarcados, aunque no lo sepan a consciencia. El alma mineral, el alma
vegetal y el alma animal nada saben del viaje, no necesitan saberlo, ni tienen
las capacidades autoconscientes para saberlo.
El
ser humano, que ya ha viajado lo suficiente para reconocerse como ser
consciente de ‘sí mismo’, llega, por vez primera, a la autoconsciencia
del alma, y puede reconocer que es un “peregrino” por los senderos de la
Vida. Pero la mayoría de los humanos viven en sus deseos, placeres y sentidos
materiales, sin cuestionarse estas cosas…, sin ser todavía verdaderamente
autoconscientes (a nivel álmico); viviendo en busca del placer y escapando al
dolor. Las almas que han madurado lo suficiente, viajando entre los extremos
del placer y el dolor, durante muchas vidas, llegan a cuestionarse “el por qué
y para qué de todo”, comienzan a ir en busca de ‘las causas’, de ‘La Raíz’. Ya
no se conforman ni se sienten completas con una vida entregada a los deseos y
placeres y al consecuente rechazo del dolor, sin comprenderlo… Estas son las
almas que, iniciando un viaje hacia la Raíz de la vida, comienzan un Sendero
Iniciático; algunos se transforman en religiosos, otros en pensadores o
filósofos, otros en anacoretas, artistas, o en viajantes y amantes de la
Naturaleza…; y mientras algunos de estos grupos de almas se contentan con
respuestas halladas en doctrinas, un grupo menor profundiza aún más sus
interrogantes, intentando siempre ir más allá… Entre los miles de millones de
almas que componen la Humanidad (encarnada y desencarnada), solo este último
grupo menor, el de los que no aceptan lo establecido, las respuestas fijas y la
autoridad externa, solo este grupo menor, está bien encausado en “El Viaje autoconsciente del alma”. Este
es un viaje hacia las causas, hacia La Verdad, y todas las almas, tarde o
temprano, terminarán transitándolo.
Transitar
este Sendero es ir hacia adentro, es decir, hacia la raíz de nuestros
pensamientos y sentimientos; no es un viaje de placer, para que el ego ‘se
sienta a gusto’…, sino un viaje hacia la Verdad, con lo cual el ego no se
sentirá muchas veces a gusto…, pero es el verdadero viaje de la conciencia, no hay otro. En este ‘viaje’ no salimos del
lugar físico-temporal de donde estamos, sin embargo podemos viajar muy lejos…,
pero este ‘lejos’ no es espacial, no es algún sitio en el espacio, sino ‘regiones
de energía’ dentro de la Conciencia, dentro del reino de las almas.
El
viaje es de la Conciencia, no del cuerpo, es un viaje “en blanco y negro”, no
un viaje ‘a todo color’, que pueda gustar al ego y a sus sentidos materiales…;
es un viaje “en blanco y negro” porque es un viaje de significados, y la meta
es la Total Comprensión. Tal Comprensión no es el entendimiento de alguna
teoría filosófica o metafísica existente, porque las teorías pueden
transmitirse en palabras, pero la verdadera Comprensión solo llega a través de
la propia experiencia, de la vivencia directa de la Verdad. Por eso, el gran Viaje de la Conciencia no es un viaje de
placer, sino de entrega y sacrificio, pero sin embargo, en ese viaje existe la
Felicidad de estar haciendo lo correcto, lo justo, lo que La Conciencia Interna
señala…
¿A quienes les podrá
interesar hacer un viaje “en blanco y negro” hacia la Verdad, habiendo tantos ‘colores’
en la vida astral y material…? Todo el mundo parece estar detrás de ‘los
colores’…
Solo
a las almas que han vivido… lo suficiente en los mundos coloridos de los
sentidos, y habiendo conocido la dualidad y la separatividad, han sentido ahora
un impulso por ir más allá de los espejismos coloridos de la materia
hipnotizante…
Estas
son las almas viajeras de la Conciencia…
Estas
son almas de paz, y viajan en las alas de la Paloma…
Estas
son almas de luz, y por la Senda Solar se deslizan…
Estas
son almas que buscan volver al amor, y el Amor las ha encontrado primero…